Alegrias e incertidumbres en el CPB 2006

La celebración del día del periodista y la entrega de los premios CPB (Circulo de Periodistas de Bogota) versión 2006, estuvo cargada de una inmensa incertidumbre por los últimos acontecimientos de violencia y censura para este oficio y la poca claridad de la justicia. Se premío el trabajo de una nueva Generación. Y Juan Gossain dío catedra con su vida y obra.
Los últimos informes de prensa obscurecían la noche de premiación en el salón rojo del Tequendama, cientos de colegas laborando contra la corriente y bajo amenazas constantes contra su vida, el incremento de intimidaciones utilizando como arma demandas judiciales contra periodistas, la autocensura y como se publico ayer en este blog el silencio de la justicia ante horrendas amenazas contra importantes periodistas respetados y solicitados por la opinión publica y que inclusive han tenido que huir del país.
Por otro lado y como alegría propia, la
www.generacioninvisible.blogspot.com se alzo con el máximo galardón de la noche en la categoría de
mejor Portal de noticias en Internet.
Es un premio justo y bien recibido por un colectivo joven y de periodismo fresco que reivindica por este medio la libertad de expresión, tan boicoteada en estos tiempos y en estos hemisferios. Se premío justamente al periodismo independiente, ese que en regiones apartadas balean lo violentos y que en las redacciones de ciudad autocensuran patrocinadores.
La generación es precisamente un colectivo descentralizado y alimentado desde diversas vertientes del conocimiento pero comprometidos con el oficio mas bello del mundo: el periodismo.
Y en una noche inmensa como inmensa ha sido su carrera, Juan Gossain, ese que comenzó enviando corresponsalías al Espectador mientras vendía Arroz, en su natal San Bernardo del Viento (Córdoba) fue reconocido con el máximo galardón de vida y obra. Y sin desprenderse de sus vestiduras profesionales aun en sus momentos de gloria su discurso de agradecimiento fue una seria denuncia y un manifiesto contra el actual estado del oficio, dio cifras claras de los periodistas exiliados, de los desaparecidos, de los asesinados y de las minucias que la justicia ha esclarecido y entregado a la opinión pública. Gossain, embriagado de un lenguaje macondiano, se dirigió también a las nuevas generaciones y convoco a no olvidar nunca el idealismo con el que se llego el primer día de trabajo. Con una dosis adecuada de humor, Don Juan, como le llaman sus colegas, dijo que en adelante espera tener mas vida que obra y así mismo expresó que el día que la muerte llegue espera estar en una cabina de Radio.