Escribir
Para escribir hay que vivir. Hay que recorrer a pie desnudo el camino de la espina y del clavel. La escritura como Arte es visceral. Y se alimentan la una de la otra, se beben y se trasbocan. La risa se torna en ironía crítica, la furia en denuncia y el llanto en poesía.
La escritura como el Teatro y la pintura se manifiestan desde el espíritu, y ese espíritu con esas alas blancas o negras y esa mirada de fuego se alimenta de segundos y de horas, de noches, de ventiscas, de soledades y de miedos...de esos muslos dorados de una mujer por entre los cuales me pierdo.