Perder es cuestión de método (El Libro)
Santiago Gamboa relata su historia, a través de personajes que deambulan sobre el filo de la vida, enjaulados en Bogotá, la ciudad del hierro, el crimen y el sexo. Víctor si- lampa, cronista judicial del observador debe escudriñar en los bajos mundos, tras el cruel asesinato de un hombre a las afueras de la ciudad.
En una inteligente táctica, el autor, al mejor estilo Kafkiano, seduce al lector en la cinco primeras páginas, donde hace un esbozo de la trama y de los personajes, a la vez que invita al lector a devorar todo el libro, cuando en la pagina cinco relata la noticia del asesinato, e inquieta al lector a indagar por el quien, como, cuando y donde.
Silampa se debate entre la pena de Amor por Mónica, su novia, y la extraña química que hay con Quica una prostituta que aparece de la nada pero que sus ojos le revelan la transparencia y verdad que nunca encontró en la vida.
Pero el mejor personaje está en la voz de Guzmán, el editor judicial del periódico, que después de altibajos en la vida, va a dar a un centro de reposo, donde, solo, puede tener acceso a prensa des- actualizada. Así, nuestro personaje vive diez años atrás, recordándonos a lo largo de la novela los principales incidentes del país en las últimas dos décadas.
La Novela es fiel reflejo de la realidad del país. El autor escudriña en esos meollos de la idiosincrasia nacional que en ocasiones parece mas amarillista que la propia prensa.